La tradición de dejar los zapatos fuera de casa es una que aglutina a millones de personas en países asiáticos, así como de Asia y Europa. Allí es donde esta costumbre, así como en naciones de mayoría musulmana, tiene sus raíces más ancestrales. Y aunque este rito se vincule más con la religión y las creencias culturales, la ciencia destacó que sería un hábito que el mundo debería implementar.

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“Cuando regresabas del mundo exterior te quitabas el calzado porque era la forma simbólica y física de remover las impurezas antes de entrar en la casa”, explicó Mundo Margo DeMello, autora de Feet and Footwear: A Cultural Encyclopedia a la BBC, sobre esta costumbre. Pero la ciencia advirtió que esta práctica puede ayudar en muchos aspectos a la salud y la higiene del hogar.

Razones científicas para quitarte los zapatos en casa

Desde el punto de vista científico, quitarse los zapatos antes de entrar en casa puede ayudar a reducir la propagación de microbios y patógenos. Según un análisis realizado en 2023, más de la mitad de las partículas de polvo de interiores proceden del exterior, y los investigadores advierten de que en el calzado puede haber de todo, desde plomo hasta materia fecal. “El polvo de interiores presentaba concentraciones medias y medias más elevadas de oligoelementos para cada elemento analizado que la tierra de jardín correspondiente”, informa el estudio citado por National Geographic.

Patógenos mortales y polvo que llega a las comidas  

Algunos de los patógenos que rastreas en el interior pueden ser mortales. Un estudio de 2017 analizó las suelas de los zapatos de 280 participantes y descubrió que el 26,4 por ciento dieron positivo para Clostridium difficile. También conocida como C. diff, la bacteria es altamente contagiosa, causa inflamación del colon, diarrea y dolor de estómago, y se asocia con infecciones repetidas.

La C. difficile causa alrededor de medio millón de infecciones -y 29.000 muertes- en Estados Unidos cada año. Un estudio de 2022 aún más condenatorio analizó el C. difficile en los zapatos de los trabajadores sanitarios, y encontró coincidencias entre las cepas de bacterias encontradas en sus calzados y las cepas que sufrían los pacientes hospitalizados por C. difficile en el 74% de los casos.

Mark Patrick Taylor, científico medioambiental jefe de la Autoridad de Protección del Medio Ambiente de Victoria (Australia), indicó al medio citado que merece la pena evitar el riesgo de patógenos y contaminantes asegurándose de que nunca entren en casa. Teniendo en cuenta que el polvo del exterior puede llegar a las superficies de los muebles e incluso a los alimentos y bebidas, el científico afirma que es mejor prevenir que curar. “No querrás ingerir microgramos de heces del perro de tu vecino”, señala.